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sábado, 12 de julio de 2014

Articulo en la revista MásDeco de Chile .


Cerámica alucinógena

Con las manos saca la genialidad que lleva dentro. La comienza a moldear poco a poco, y como un río que piedras trae, deja sin habla al que ve sus piezas compuestas por una fuerza única y sin límites. Se le conoce mundialmente como Lusesita, una ceramista española que parece sacada de un mundo fantástico.
Hongos como bases de tazas, fuentes con cabezas de cebras, cuerpos de algodón con delicadas extremidades son parte de un repertorio que habla en clave poética acerca de los acontecimientos de la vida de Laura Lasheras, más conocida como Lusesita.

Y conquista. Porque lo que hace es diferente, tan delicado que cuesta creerlo. Sus soñadas cerámicas delirantes nos transportan quizás donde Alicia en el País de las Maravillas o allá donde baila alegremente el surrealismo pop. “Me inspiran millones de cosas, como recuerdos de la infancia, el cine, la música, las personas que quiero, los objetos antiguos, los animales, la naturaleza, los viajes”, dice Lusesita.

Nacida en la pequeña ciudad española de Calahorra hace 35 años, estudió Bachillerato de Artes en la Escuela de Artes y Oficios de Logroño, especializándose en cerámica en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza. Hoy vive y trabaja en Barcelona, donde llegó para completar su formación con diferentes cursos. “Al principio eran solo dos meses y ya han pasado casi 11 años”, cuenta. Y aquí conoció a Sergio Mora, su pareja y artista multidisciplinario dedicado a la pintura, la ilustración, la música y la realización-guión de videoclips. Hombre influyente en el trabajo de ella, el mismo que partió trabajando para revistas holandesas y francesas, y hoy ha publicado varios libros y expuesto en galerías de todo el mundo.

W sergiomora.com


¿Cómo fuiste decantando hasta llegar a lo que haces hoy? Utilizo técnicas cerámicas tradicionales como modelado y torno. Dependiendo de la pieza me decanto por una o por la otra. También disfruto mucho mezclando con otros materiales, como diferentes telas.

Siempre trabajo con la idea de pieza única. Para darles tono suelo utilizar colores pastel, rosas claro, azules y blancos. Elijo esta paleta por su poder en la transmisión de mundos oníricos y primitivos.

¿Cuál sientes tú que fue el minuto que marcó un antes y un después? Hace nueve años acudí a un seminario de cerámica en Galicia y allí se me ocurrió la idea de hacer piezas mezclando textil y cerámica. Yo creo que ese momento me marcó, ya que esa técnica me abrió un mundo de posibilidades.

¿Cómo ves el mundo de la cerámica en las alumnas que toman tus talleres? Disfruto mucho de los talleres. Creo que la cerámica es un material mágico que potencia en las personas la capacidad de transmitir lo mejor. Nos conecta con lo más primitivo, algo muy necesario en estos tiempos tan modernos.

¿Cómo es compartir taller con tu pareja, el famoso ilustrador Sergio Mora? Tenemos la suerte de compartir un espacio grande en el que cada uno está en su burbuja pero a la vez estamos acompañados. Siento mucha admiración por Sergio; antes de conocerle a él, ya estaba enamorada de su trabajo. ¡Soy su fan número 1!

¿En qué estás hoy con tus cerámicas? Ahora en concreto estoy inspirándome en los recuerdos de los veranos que pasaba en el huerto de mi abuelo y estoy haciendo unas piezas para una exposición en la Galería Miquel Alzueta de Barcelona.d

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